APUNTES SOBRE
AMÉRICA
-Alberto Rodríguez Barrera-
Se afirma que
América se bautizó con ese nombre en 1507. Como Cristóbal Colón es el más
afamado entre aquellos que se asegura han descubierto el Nuevo Mundo, hubiera
sido lógico que la tierra se llamara Colombiana. En cambio, por el error de un
cartógrafo y porque Colón negó creer que había encontrado un continente
desconocido, la tierra se llamó América. Hasta el día de su muerte, en 1506,
Colón persistió con la idea de que había atracado en una zona inexplorada del
este de Asia.
Mientras tanto,
Américo Vespucio –que más tarde tomó el nombre latino de Americus Vespucius-,
comerciante y astrónomo florentino que se convirtió en aventurero y navegante,
hizo 4 viajes al hemisferio oriental. El primero, una expedición privada
española en 1497, los otros en 1499, 1500 y 1503; todos eran a la tierra
conocida como Sudamérica. Fue el primero en darse cuenta de que era una tierra
desconocida por los europeos y sugirió llamarla Mundus Novus, Nuevo Mundo.
Vespucio nunca
propuso llamarla con su nombre. Esto provino de una cadena de circunstancias
insólitas. Mientras estuvo afuera, él escribió numerosas cartas a sus amigos
contándoles lo que veía. Aparentemente un autor ignorante leyó algo de ellas, las
transcribió y las publicó con el nombre de Cuatro
Viajes, atribuyéndoselas a Vespucio. Pero se comprobó rápidamente que eran
falsas. Con todo, dos estudiantes, durante el siglo XVIII, localizaron en
Florencia dos cartas auténticas, una para su patrón, el notable italiano
Lorenzo de Médici, y la otra para un viejo condiscípulo, Pedro Sodorini.
A pesar de
todo, fue una de las cartas falsificadas la que inspiró el nombre de Nuevo
Mundo. Esta había sido publicada por la Academia de Vosges en Lorraine durante
el mes de abril de 1507. La leyó un joven cartógrafo alemán, profesor Martín
Waldseemüller, que estaba preparando en la academia con cuatro estudiantes una
versión de la Geografía de Ptolomeo. Waldseemüller la incluyó en su libro, Cossmographias introductio, agregando lo
siguiente:
“Pero ahora,
después que estas zonas han sido extensamente exploradas, una cuarta ha sido
descubierta por Americus Vespucius (como se deduce de lo que sigue), y no
encuentro razón en no llamarla Amérigo por Americus, su descubridor, o por lo
menos América, basándonos en Europa y Asia que tienen nombres con formas
femeninas.”
El mapa del
Nuevo Mundo fue publicado por separado y en el lugar donde está Brasil
escribieron valientemente “América”.
En los últimos
escritos y mapas, Waldseemüller suprimió el nombre y usó el de Tierra
Desconocida porque, enterado de la participación de Colón, había decidido darle
crédito. Pero para ese entonces su libro había sido varias veces editado y se
había popularizado su primitiva sugerencia de que la tierra debía ser llamada
Amérigo o Americus. Además, Mercator la había hecho oficial llamando así al
hemisferio oriental completo.
Vespucio había
muerto en Sevilla en 1512 a la edad de 61 años, ignorando su inmortalidad accidental.
A pesar de todo, en los años posteriores fue acusado de fraude y de usurpador
del mérito de Colón. En efecto, el ensayista Ralph Waldo Emerson escribió: “Es
extraño que la inmensa América tenga que llevar el nombre de un ladrón! Amerigo
Vespucci, el bandido comerciante de Sevilla, quien salió en 1499 como
subalterno y cuyo mayor rango naval fue el de segundo de un contramaestre en
una expedición que nunca se hizo a la vela, se las ingenió en este mundo
mentiroso para suplantar a Colón y bautizar la mitad del mundo con su nombre
deshonesto”.
Pero Vespucio,
que había participado realmente en la expedición de 1499, no hizo realmente lo
que se le imputa; por el contrario, no tuvo más que elogios y amistad hacia
Colón, quien lo consideraba un hombre muy digno.
Aquí está lo
que Vespucio vio del Nuevo Mundo, como lo escribió en una carta auténtica a
Lorenzo de Médici en 1502:
“Navegamos con
un viento a un medio punto del sudeste del Cabo Verde, tal que en 64 días
llegamos a una nueva tierra que, por muchas razones que están enumeradas en el
párrafo siguiente, vimos que era un continente."
“Encontramos
toda la zona habitada por gente enteramente desnuda… Por 27 días dormí y comí
con ellos, y lo que aprendí sobre ellos aquí lo escribo: Viven de acuerdo a la
naturaleza, sin leyes ni fe religiosa. No comprenden la inmortalidad del alma.
No existe la propiedad privada, todo es compartido. No dividen sus tierras en
reinos o provincias. No tienen rey y por lo tanto no obedecen a nadie. Cada uno
es su propio dueño. No se administra justicia, que es innecesaria para ellos,
porque en su código nadie gobierna. Viven en viviendas comunales, construidas a
la manera de cabañas. Duermen sin mantas en redes tejidas de algodón y
suspendidas en el aire. Comen en cuclillas sobre el piso. Su comida es muy
buena; una interminable cantidad de pescado, abundancia de cerezas amargas,
camarones, ostras, langostas, cangrejos y muchos otros productos del mar. La
carne que comen la llamo carne humana ‘a la mode’. Pero también comen otra
carne cuando pueden obtenerla… el país es una espesa jungla llena de bestias
salvajes y feroces."
“Sus
casamientos no son con una sola mujer, sino que se acoplan con las que desean y
sin ceremonia. Conozco un hombre que tiene diez mujeres."
“Hay también
guerreros… usan arcos y flechas, dardos y piedras. No usan el escudo para
protegerse el cuerpo y van a luchar desnudos… Lo que me sorprende más de sus
guerras y crueldad es por qué se pelean entre ellos, considerando que no tienen
propiedad privada o soberana de imperio y reinos, y no conocen nada semejante a
la codicia de la posesión o, lo que es lo mismo, el pillaje o el deseo de
gobernar, que parecen ser las causas de guerras y de todo acto de discordia.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario