APUNTES SOBRE POPULISMO,
NACIONALISMO Y
NACIONALIZACION
-Alberto
Rodríguez Barrera-
Se considera populismo la promoción con fines políticos –independientemente de partidos e instituciones existentes- apelando al pueblo para ejercitar presión directa sobre los gobiernos. Populismo identifica la voluntad del pueblo con moralidad y justicia, pone esta “voluntad” sobre todos los otros stándards y mecanismos, e insiste en una relación directa entre pueblo y gobierno. Está generalmente acompañado por la simple creencia en las virtudes del pueblo, que se contrastan con el carácter corrupto de la clase gobernante degenerada o de cualquier otro grupo resentido debido a su dominante posición política o económica o status social. El populismo tiende a ver conspiración y manipulación por parte de tales grupos como dirigidos contra “el pueblo”, tendencia que puede ser poderosamente reforzada por hostilidad racial o étnica.
El populismo se originó
entre la inteligentsia radical rusa durante los 1860 con los Narodniks
(populistas) que creían que Rusia podía evitar pasar por la etapa del
capitalismo y podrían establecer el socialismo directamente, sobre la base de
comunas campesinas existentes. En los 1870 los estudiantes narodniks fueron al
campo (“al pueblo”) para propagar la revolución. En los 1880 el Partido de la
Tierra y la Libertad que luego se dividió en las organizaciones Voluntad del
Pueblo (Narodnava Volva) y Distribución Negra. Este último evolucionó hacia el
movimiento socialdemócrata.
El populismo revolucionario
ruso estaba basado en las ideas de Tkachev y Bakunin, el populismo liberal de
Herzen y Lavrov. Al principio “populismo” se refería a la creencia de que la
revolución debía ser el trabajo del pueblo (que en ruso quería decir entonces
campesinos) y no sólo la minoría revolucionaria militante. Hacia finales del
siglo 19, los marxistas rusos comenzaron a
designar como “populista” a toda acción revolucionaria por parte de
todos los rivales revolucionarios no marxistas, y así entró en uso aceptado.
Las ideas políticas,
sociales y económicas consideradas como populistas también han variado de lugar
a lugar. En EE UU el adjetivo fue aplicado primero al Partido Populista, que se
formó en 1891 para defender los intereses de agricultura, y abogaba por el
libre acuñamiento de monedas de plata y el control gubernamental de los
monopolios. La tradición del temprano populismo americano pasó al Partido
Progresivo, manifestándose posteriormente en el Nuevo Trato, en el Partido
Socialista y grupos similares. En la derecha estadounidense, el populismo se
vio en 1945 con el senador Joseph McCarthy y el gobernador George Wallace. La
insurgencia de la Nueva Izquierda fue exaltada como “un triunfo global del
populismo”.
El populismo puede ser
detectado en los movimientos campesinos de Europa Oriental antes de 1939, en el
fascismo y el nazismo, y en los “movimientos de liberación “ del Tercer Mundo
después de 1945. Puede ser rural o urbano, campesino o clase media; puede ser
dirigido por la inteligentsia o por elementos frustrados de la pequeña
burguesía; puede tener conciencia de clase o nacionalista, o ambos; y puede ser
de derecha o de izquierda. Pero a pesar de la vaguedad y su significado
político específico, ha retenido su valor heurístico como concepto, debido a
reconocibles e importantes peculiaridades.
Podemos encontrar dos
vertientes en el nacionalismo. (1) El sentimiento de pertenecer a un grupo
unido por nexos raciales, lingüísticos e históricos, generalmente identificados
con un territorio particular. (2) La correspondiente ideología que exalta la
nación estado como la forma ideal de organización política con un sobrecogedor
reclamo de la lealtad de sus ciudadanos.
Al desarrollarse primero en
Europa Occidental con la consolidación de las naciones estados, el nacionalismo
produjo la reorganización de Europa en los siglos 19 y 20 (unificación de
Alemania e Italia; rompimiento de Habsburgo y los imperios otomanos) y ha sido
la fuerza primaria en el despertar político de Asia y Africa.
El nacionalismo ha sido una
poderosa fuente de inspiración en muchas artes y en el desarrollo de estudios
históricos y de lenguaje. Esto ha sido tan cierto en las “nuevas naciones” de
Africa y Asia como lo fue en la Europa del siglo 19 donde el nacionalismo formó
una de los dinámicos elementos en el Romanticismo. En la primera mitad del
siglo 19 el nacionalismo se asoció con Democracia, Liberalismo y la demanda de
libertades civiles y constitucionales; su profeta mayor, Mazzini (1805-72), le
dio una generosa interpretación al “principio de la nacionalidad”, viendo a las
naciones individuales como una sociedad mundial más grande donde deberían vivir
juntas en paz.
A finales del siglo 19, sin
embargo, el nacionalismo asumió agresivas e intolerantes formas identificadas con
rivalidades militares y comerciales, expansión nacional a expensas de otros
pueblos, e Imperialismo. En el siglo 20 fue un elemento esencial del fascismo y
otros movimientos totalitarios, así como una fuerza movilizadora en la rebelión
de los pueblos coloniales y en la resistencia de naciones y minorías nacionales
amenazadas con la subyugación por parte de estados más poderosos.
A pesar de los reclamos de
guerra de clases por una parte y el internacionalismo por la otra, el
nacionalismo como emoción de masas ha sido la fuerza política más poderosa en
la historia del mundo moderno.
Nacionalización es la
adquisición por el Estado de propiedad previamente poseída por personas
individuales o compañías. Tal nacionalización puedes ser por expropiación,
cuando no se paga compensación; o por pago de compensación en forma de dinero o
bonos. El propósito de la
nacionalización es a veces explícitamente político, para adelantar los
propósitos del comunismo o para “adquirir las alturas de mando de la economía”.
A veces, sin embargo, el fin
puede ser más directamente económico, para facilitar la imposición de ciertos
aspectos de la política gubernamental. Desde la Segunda Guerra Mundial, en
Europa Occidental la mayoría de los países nacionalizaron los
ferrocarriles, los sistemas de energía
eléctrica, e industrias mineras.
(Hay humoristas que consideran nacionalización del ego al
narcisismo: teoría psicoanalítica que implica extremo amor a sí mismo. El
narcisismo primario es característica de etapas pre-genitales de desarrollo
psicosexual, y narcisismo secundario se refiere a los sentimientos de orgullo
experimentados cuando el ego se identifica con los ideales del superego.)
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