sábado, 30 de abril de 2016

EL ALFABETO

APUNTES SOBRE EL ALFABETO

-Alberto Rodríguez Barrera-

     Los fenicios inventaron el alfabeto moderno alrededor del año 1000 a.C. La mayor parte de las letras de nuestro alfabeto son simplificaciones de antiguos dibujos de animales u objetos. Una Q mayúscula, por ejemplo, representa un mono. La CH, de la palabra “acerca”, se transformó en H. La M fue primero una lechuza y, después, “agua”.

     Yendo al principio o lo más cerca de él que se pueda, los historiadores coinciden generalmente en que nuestro alfabeto proviene de los antiguos jeroglíficos egipcios, conocidos como “escrituras sagradas” porque los usaron sacerdotes por primera vez hace más de 5.000 años. Los jeroglíficos eran simples dibujos grabados en piedra o escritos en papiros. Un pequeño círculo con un punto en el medio significaba “sol”. Una figura mostrando dos brazos, uno sosteniendo un escudo y el otro una lanza, quería decir “batalla”. 

     Cuando nuevas palabras entraron en el vocabulario se crearon otras figuras simbólicas; hasta que, finalmente, la escritura de algunos documentos llegó a ser más complicada que un programa de computadora moderna. Entonces, los egipcios comenzaron a combinar algunos dibujos para representar sonidos en lugar de cosas. Por ejemplo, en el lenguaje hablado la palabra egipcia que significaba “lapislázuli” era khesteb. No existía su representación, pero había un símbolo llamado khesf que significaba “detener” y un dibujo de un teb, o sea “cerdo”. De este modo, un dibujo combinado de un hombre sosteniendo un cerdo por la cola significaba khesteb o “lapislázuli”.

     Siglos después de la declinación de la cultura egipcia, el significado de los jeroglíficos descubiertos en Egipto desconcertó a los exploradores, hasta que, en 1799, un oficial del ejército napoleónico descubrió, cerca de la aldea de Rosetta, una piedra lisa, gruesa y negra cubierta con grabados y dividida en tres secciones diferentes. Una sección relataba una historia en griego; las otras dos estaban escritas con jeroglíficos y en demótico (jeroglíficos simplificados). El relato griego decía lo mismo que el egipcio, lo cual permitió a los eruditos descifrar los misteriosos grabados antiguos.
     La escritura ideográfica presentaba una gran dificultad, ya que un mismo material se prestaba a diferentes interpretaciones cuando se leía. Un vieja historia cuenta cómo Darío el Grande, rey de los persas, dirigió un ejército contra las fuerzas escitas al norte del mar Negro, alrededor del año 512 a. C. Cuando los ejércitos estuvieron cerca uno de otro, un emisario enemigo trajo un mensaje a Darío. En lugar de dibujos grabados en piedra, el comandante enemigo le envió objetos reales: un ratón, una rana y algunas flechas. Darío, entonces, convocó a sus oficiales.

     -Hemos ganado- les dijo-. Estas flechas indican que el enemigo se rendirá. El ratón y la rana significan que nos dará su tierra y el agua. Y el pájaro, que sus ejércitos escaparán ante nuestras legiones victoriosas.

     Esa noche los escitas se precipitaron sobre los persas y los vencieron. 

     -Mi mensaje fue claro- dijo el general escita-. Decía que nunca escaparían a la muerte de nuestras flechas, a no ser que pudieran transformarse en pájaros y volar, o en ratones y cavar una madriguera, o en ranas y ocultarse en los pantanos.

     Alrededor del año 1000 a.C., la escritura ideográfica se convirtió en algo complicado para el uso cotidiano, especialmente para los comerciantes. El comercio no sólo fue activo para los mercaderes locales, sino también para quienes se encargaban de las exportaciones e importaciones entre las naciones que bordeaban el Mediterráneo. Los más importantes de estos últimos eran grupos semitas, llamados fenicios o caananitas, que venían de las tierras que ahora conocemos como el Líbano y Siria. Sabían leer y escribir, eran creativos e intercambiaban mercancías y conocimientos con sus clientes, especialmente con los griegos.

     Los animales, objetos y sonidos representados por los jeroglíficos egipcios no cubrían las necesidades de los fenicios, que precisaban utilizarlos en los registros, contratos de venta, recibos y otros documentos. En consecuencia, concibieron la idea del uso de los símbolos que representarían sólo sonidos y que podrían ser combinados para formar palabras. Por ejemplo, la palabra aleph, que significaba “buey”, se indicó con un simple trazado de la cabeza del animal. Pero en lugar de usar este croquis para decir “buey”, eligieron para representarlo sólo el sonido de la primera letra de la palabra aleph, o sea la A. La palabra beth, que quería decir “casa”, perdió ese significado y representó entonces el sonido de B, la primera letra de la palabra. Otras palabras fenicias que provienen del lenguaje ideográfico son:


Palabra Sonido Significado ideográfico 

Gimel o Gamal G - Camello

Daleth D - Puerta

He H - Ventana

Vau V - Gancho o uña

Zayin Z - Balanza

Cheth CH - Cerca

Teth T - Ovillo de hilo

Yod Y  - Mano

Kaph K - Palma de la mano

Lamed L - Látigo (vara de la justicia)

Mem M - Aguas

Nun N - Pez

Sameth S - Correo

Ayin A - breve Ojo

Pe P - Boca

Tsade Ts - Palo

Qoph Q - Mono

Resh R - Cabeza

Shin Sh - Dientes

Tau T - Marca o cruz

     A partir de las dos primeras palabras, aleph y beth, este arreglo proporcionó 22 símbolos que representaban 22 sonidos diferentes. Los vocablos no fueron representados, excepto la A breve y posiblemente la Y.

     Los griegos adoptaron el alfabeto fenicio porque lo encontraron más eficiente y útil que el antiguo sistema ideográfico, pero necesitaban vocales en su vocabulario. Entonces hicieron algunos cambios y agregados. Tomaron 19 letras fenicias y les agregaron vocales y otros caracteres hasta forjar un alfabeto de 24 letras. Entre los cambios, el aleph fenicio se convirtió en la alfa griega y beth en beta; y de la combinación de estas dos proviene la palabra alfabeto.

     Los historiadores coinciden en que quizás este alfabeto llegó a los romanos a través de los misteriosos etruscos y que también aquéllos hicieron unos cuantos cambios, resultando 23 letras: A, B, C, G, D, E, F, H, I, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, Y, X, Z.

     El alfabeto romano y la lengua latina se extendieron a otras naciones durante la conquista de los Césares. En Inglaterra, sin embrago, los escribas normandos se encontraron con la necesidad de una nueva letra, la W. Se dice que agregaron a la letra U otra más y formaron una doble U, o doblaron la V (W), ya que era usada como una U. 

     En el siglo XV se agregó la letra 26 del alfabeto. La I, cuando era usada al principio de algunas palabras tenía el sonido de lo que se convirtió en la J.

     Herodoto, el historiador griego, dijo: “Los fenicios introdujeron en Grecia el conocimiento de las letras, por lo que me parece que los griegos fueron hasta ese momento ignorantes”.

     Plinio el Viejo, estadista y escritor romano, hizo algunas observaciones interesantes: “Siempre tuve la opinión de que las letras eran de origen asirio, pero otros escritores, Gillius por ejemplo, suponen que fueron inventadas por Mercurio en Egipto. Otros también creyeron que fueron descubiertas por los sirios y que Cadmus trajo 16 letras de Fenicia a Grecia. Se dice que durante la guerra de Troya, Palamedes le agregó 4 letras, Th, X, Ph y Ch. Simónides, el poeta lírico, añadió más tarde un número igual, Z, E larga, Ps y O larga, sonidos que han sido asimilados a nuestro alfabeto”.

     Por otro lado, Aristóteles es de la opinión de que había originalmente 18 letras, A, B, G, D, E, Z, I, K, C, M, N. O. P, R. S, T, U, Ph, y que 2, Th y Ch fueron introducidas por Epicarmio y no por Palamedes. Arístides dice que en Egipto un tal Menos inventó letras 15 años antes del reinado de Phoroneus, el más antiguo de todos los reyes griegos, e intenta demostrarlo a través de testimonios allí existentes. Mientras tanto, Epígenes, un escritor de mucho prestigio, nos informa que los babilonios hicieron una serie de observaciones sobre las estrellas para un período de 720.000 años y las inscribieron en ladrillos cocidos. Berosus y Cristodemus hacen el período más corto y le dan 490.000 años. De esto se desprendería que las letras han sido usadas durante toda la eternidad. Los pelasgos fueron los primeros en introducirlas en Lacio, un antiguo país de Italia central.

     El doctor Isaac Taylor, canónigo de York, famoso erudito y autor de un trabajo en dos volúmenes, “La Historia del Alfabeto” (1899), escribió: “El arte de escribir puede ser llevado al alcance de la mano de todos solamente gracias a la simplicidad poderosa del alfabeto. Los ejemplos familiares de Egipto, Asiria y China son suficientes para probar que sin el alfabeto…la ciencia y la religión necesariamente se inclinan a permanecer en la propiedad exclusiva de una casta sacerdotal, se hace imposible cualquier cultura nacional entendida y difundida; la religión degenera en magia; aumenta el abismo que separa a los gobernantes de los gobernados y se hace más infranqueable; y el verdadero arte de escribir, en vez de ser el más efectivo de todos los medios del progreso, se convierte en uno de los más poderosos instrumentos por medio del cual las masas humanas pueden ser esclavizadas”.

viernes, 29 de abril de 2016

¿POR QUÉ SE APOYA AL AUTORITARISMO?



     La libertad asusta a quienes no pueden copar con la libre iniciativa y la espontaneidad individual, no sólo en materias privadas y espirituales sino, sobre todo, en la actividad fundamental para la existencia de cada ser: su trabajo. Es interesante dilucidar, aunque sea brevemente y a grandes saltos, por qué alguna gente cae en la tentación de apoyar al totalitarismo, obviando el esfuerzo de planificación y concertación de la sociedad democrática, y de favorecer el mando de unos pocos que se apoderan del poder económico sin asumir la responsabilidad hacia quienes dependen de sus decisiones.



¿POR QUÉ SE APOYA AL AUTORITARISMO?
-Alberto Rodríguez Barrera-




     Cuando uno se pregunta sobre el significado de la libertad para quienes desean – a veces inconscientemente- ir hacia una seguridad limitada, aislada, dependiente y sumisa, estilo medieval, se puede llegar a la conclusión de que buscan alzar el vuelo entre nubarrones totalitarios. A esta gente, integrada a menudo también por supuestos intelectuales, los motiva la rendición de la libertad ante un dictador, como si encontraran atractivo en ser un pequeño como un diente girando en una máquina, temerosos de una libertad que les causa ansiedad y los lleva voluntariamente a ser autómatas. La libertad dentro del capitalismo, así como también la revolución cibernética en la que se les dificulta montarse, pareciera dejarlos tan sólo con la emoción de la energía física, apartando el cerebro y las reacciones nerviosas, como ajenos a las grandes iniciativas y al incremento de la producción material que se generan en las democracias; y entonces se escudan con la imposición autócrata.

     En estos tiempos no hay duda de que la ansiedad y los deseos de estos personajes es ser autómatas, o “escapar de la libertad”, como lo afirmó Eric Fromm (fuente clave de lo aquí planteado). En el empeño totalitario, estas tristes figuras pasan por encima del hecho de que la libertad es inherente a la naturaleza humana, aunque pueda ser corrompida y suprimida, porque vuelve a reinstalarse una y otra vez. Desconocen la importancia de la consciencia individual y la realidad social, las cuales han crecido, ya que las capacidades intelectuales del hombre se han incrementado mucho más que el desarrollo de sus emociones.

     Estos figurones, con su corazón instalado en la Edad de Piedra, están ciegos al cerebro del siglo 21, a la madurez independiente, racional, objetiva. Necesitan mitos, ídolos, pasión destructiva, odio, envidia, venganza, adoración del poder, dinero, una jungla de superstición e idolatría, sin vergüenza, con sumisión.



     Penetración y razón pueden hacer la diferencia entre vida y muerte. Se requiere expansión e interpretación de carácter más amplio, multidireccional; reconquistar libertades políticas, económicas y espirituales, en contra de quienes construyen una muralla de privilegios. Las luchas contra la opresión no pueden parcializarse con los enemigos de la libertad que crean nuevos privilegios. Libertad no es anhelo de sumisión o lujuria por el poder, no es una carga de la cual huimos, no es una amenaza, no es un cráter hirviendo, no es un individuo enfermo aplicando fenómenos de irracionalidad en la vida social.

     Hoy vemos un exceso de idolatría –en figuras públicas y otros escasos que por medio de la profesionalización de la burla y la desfachatez aspiran serlo- ocupando puestos de fama mohosa, inseguras ante otros y ellos mismos, silenciando dudas titiritescamente, intentando elevar su individualidad de limitaciones e inestabilidad hacia la indestructibilidad que les da ser miembros del exclusivo “dream team” de adoradores que se esfuerzan por apartar la libertad. Se sienten –aunque descoloridamente avasallados ante su ídolo incuestionable- hombres del Renacimiento. Pero en el Renacimiento fue cuando comenzó la individualidad moderna, el desarrollo del capitalismo comercial e industrial, la base social formada por filósofos y artistas, y la columna vertebral de las clases medias. 


     Nada que ver con las dudas irracionales de quienes se han dedicado a cultivar la ansiedad y el odio, de quienes aíslan su valor individual transformándose en instrumentos débiles y subyugados de alguna “fuerza” o “poder” irracional, indiferentes a que las dudas racionales se resuelven con respuestas racionales de libertad positiva, mientras que las dudas irracionales no avanzan sino a una libertad negativa. Es así que aparece la sumisión a un líder que asume “certidumbre”. La duda misma no desaparecerá mientras no se supere el aislamiento y no se superen significativamente las necesidades humanas. Este amor por la autoridad genera el odio típico del autoritarismo, como “principio” básico que se inclina hacia la desigualdad, donde tal dios debe tener poder irrestricto sobre los hombres, con su entrega y humillación, proyectando hostilidad y envidia.

     El enorme progreso que el capitalismo ha significado para el desarrollo humano y de la sociedad moderna no puede fundamentarse en un irracionalismo romántico que –en vez de por el bien del progreso- se ensaña en la destrucción de los logros más importantes del hombre en la historia moderna. Hablamos del capitalismo con justicia y amor, donde la acumulación no es para obtener y gastar en lujos, sino para reinvertir como nuevo capital de trabajo, en un círculo que amplía la función económica; porque así como el odio es un apasionado deseo de destrucción, el amor es una apasionada afirmación de un “objeto”. No es un “afecto” sino una búsqueda activa y de relación interior que apunta hacia la felicidad, el crecimiento y la libertad de su objeto. El amor exclusivo es una contradicción en sí mismo.



     La persona egoísta está siempre ansiosamente preocupada consigo misma, nunca está satisfecha, está siempre inquieta, siempre alentada por el temor de no obtener suficiente, de perder algo, de ser privada de algo. Está llena de una quemante envidia de cualquiera que pudiese tener más. Si observamos bien, especialmente en su dinámica inconsciente, este tipo de persona no gusta mucho de sí misma, de hecho tiene un gran disgusto hacia sí; de ahí la ansiedad, la similitud con el narciso que se admira a sí mismo, la devoción codiciosa hacia lo que no es propio y el disfraz subjetivo para la función de objetivo social del hombre en sociedad. Es un publicista que no apela a la razón sino a la emoción hipnótica, presto para impresionar con todo tipo de medios, repitiendo la misma formula incansablemente, por influencia de la imagen autoritaria, con métodos emocionalmente irracionales, incrementando su pequeñez y su carencia de poder, incrementando el sentimiento de insignificancia del votante (aunque lo hacen aparecer importante), con lemas y énfasis que entumecen sus capacidades críticas.

     Entonces, estos “líderes subcapacitados” -en vez de acentuar la libertad positiva en amor y trabajo, con genuina emoción, sensualidad, talento e intelecto, sin renunciar a independencia e integridad- promueven la renuncia a la libertad, remendando su yo con el mundo, desuniendo, prolongando la imposibilidad, llevándolo todo a la libertad negativa, destructiva, neurótica, autómata. Al dejar su independencia, se fusionan con alguien o algo fuera de ellos para poder adquirir la fuerza de la cual carecen, substituyendo lo que han perdido, buscando la sumisión que los domine masoquista y sádicamente, absorbiendo perversamente sentimientos de inferioridad e insignificancia, con tendencia a devaluarse ellos mismos, haciéndose débiles e incapaces de dominar las cosas.


     Pero el “poder” puede ser dominación o potencia, y son mutuamente excluyentes. La impotencia, en todas sus esferas, resulta en una lucha sádica por dominar; y un individuo potente es capaz de basarse en la libertad y la integridad, sin necesidad de dominar y sin lujuria por el poder. El poder, en el sentido de dominar, es una perversión de la potencia, al igual que el sadismo sexual es una perversión del amor sexual.

     En el autoritarismo existen dos sexos: los poderosos y los que no tienen poder. Los adoradores dan su amor, admiración y disponibilidad para la sumisión excitados automáticamente por el poder; y se excitan más cuando y cuanto más desvalidos estén quienes no tienen poder; y también aman las condiciones que limitan la libertad humana, así como ser sometidos al destino. El coraje del autoritarismo es el coraje para sufrir lo que el destino o su “líder” les haya destinado; sufrir sin quejarse es una muy alta “virtud”; no es el coraje de tratar de acabar con el sufrimiento, o disminuirlo; no es cambiar el destino sino someterse a él; es creer en la autoridad fuerte, y su creencia está en las dudas y en intentar compensarlas. Pero no tiene fe, ninguna confianza segura en lo que exista como potencialidad; son relativistas y nihilistas, desesperados extremistas.

     En la filosofía autoritaria el concepto de igualdad no existe, ya que está fuera del alcance de su experiencia emocional. Para el autoritario hay gente con o sin poder, superiores o inferiores, razón por la cual experimenta dominio o sumisión, nunca solidaridad; las diferencias son para él sólo signos de superioridad o inferioridad, luchas sadomasoquistas. Pero hay otra dependencia: la de las personas cuya vida entera se relaciona a algún poder fuera de ellos mismos.


     Las personas que esperan protección de “él”, que desean que los cuide “él”, y que también lo hacen a “él” responsable por lo que pueda ser el resultado de sus propias acciones, y entonces “él” se vuelve nebuloso porque no hay una imagen definitiva que lo una a ese poder; es sólo un “ayudante mágico”, un dios que otorga cualidades mágicas, que hace sentir lo que se llama “estar enamorado”, y que se espera ver en carne y hueso, para dar la impresión de “verdadero amor”. La necesidad del ayudante mágico puede estudiarse cuando la psicología del analizado se ata profundamente a “él”, y su vida, acciones, pensamientos y sentimientos busca complacerlo a “él”, en relaciones que parecen amor con deseos sexuales incluidos. Se trata de una relación caracterizada por la incapacidad de expresar las potencialidades propias, donde se espera conseguir todo a través de “él”, en vez de por acciones propias. (La televisión oficialista ofrece magníficos ejemplos de esta especie.) 

     Incapaces de vivir ellos mismos, pasan a manipularlo a “él”, para no perderlo, conseguir lo que ellos quieren y hasta para hacerlo responsable por lo que cada cual debería ser responsable. Y lo usan, bloqueando la espontaneidad, con debilidad, esclavizándose, rebelándose, creando nuevos conflictos que se reprimen para no perderlo a “él” pero subrayando un antagonismo que amenaza constantemente la seguridad de la relación. La expectativa ilusa cae en la propia esclavitud hacia “él”. El resultado directo del fracaso se debe al intento de obtener por manipulación de la fuerza mágica aquello que el individuo sólo puede lograr por su propia actividad.

     La destrucción no está dirigida a alguna simbiosis activa o pasiva, sino a la eliminación de su objeto, enraizada en lo insoportable de la falta de poder individual y el aislamiento. Al tratar de destruir el mundo exterior, puedo escapar de mi insoportable falta de poder individual; si tengo éxito en eliminarlo, puedo permanecer solo y aislado, pero con un aislamiento espléndido en el que no podré ser derribado-aplastado por el poder superior que está fuera de mi mismo; y destruir el mundo es el último intento desesperado por no ser aplastado; el sadismo tiende a fortalecer al individuo automatizado por la dominación sobre otros; destrucción por medio de la ausencia de amenaza del mundo exterior. 


      A ninguno nos impresiona ya la cantidad de destrucción que encontramos a nuestro alrededor. Ya casi que no hay nada que no sea utilizado como una racionalización para la destrucción. Amor, deber, consciencia, patriotismo, entre otros, han sido y están siendo utilizados como disfraces para destruir; cada instante está a la espera de una nueva oportunidad destructiva, sin razón, enfermizamente racionalizadas por los adoradores para que parezcan “realistas”, y lo hacen con pasión, con el insoportable sentimiento de escapar de la libertad. 

     Por todo ello, así resumido, no renunciamos a la integridad individual y no nos abstenemos de confrontar las amenazas. La mayoría de nosotros somos individuos libres para pensar, sentir y actuar como queramos, y nos comprometemos para que el autoritarismo y sus adoradores cesen y regrese la libertad positiva, ya que la libertad negativa no contiene mayor dignidad. Los hombres nacen iguales pero son diferentes. Lo único de la individualidad no contradice el principio de la igualdad, porque todos tenemos el derecho inalienable a la libertad y a la felicidad, con sentido de solidaridad y no de dominación-sumisión. Sabemos diferenciar entre autoridad racional y autoridad irracional.


     No podemos darnos el lujo de perder –ni por diferencias ni por abstención- los logros de la democracia que conquistamos, esa donde el pueblo elige limpiamente a su gobierno, que es responsable ante el pueblo por medio de leyes respetadas, donde nadie se muera de hambre, donde la sociedad es responsable por sus miembros y donde nadie debe tener miedo ni ser lanzado a la sumisión, y tampoco perder el orgullo por vía del desempleo. Los logros básicos no sólo deben ser preservados, deben ser fortalecidos y ampliados.  

     Lo irracional y no planificado en la sociedad debe ser reemplazado por una economía planificada que represente el planificado y concertado esfuerzo de la sociedad. Para ello se requiere de la eliminación del mando secreto de aquellos que, aunque pocos en número, ejercen irresponsablemente gran poder económico y estancan la fuerza superior de una sociedad libre. Debemos reemplazar la manipulación de los hombres por una cooperación activa e inteligente, que pase de la política a la esfera económica para servir al pueblo.

ECOLOGIA, AMBIENTE, HABITAT Y ECOSISTEMA




APUNTES SOBRE ECOLOGIA,

AMBIENTE, HABITAT Y ECOSISTEMA

-Alberto Rodríguez Barrera-


     El término ecología (del griego “oikos”, hogat o lugar que se habita) fue utilizado por primera vez por Ernst Haeckel en 1873 por la rama de biología que trata con las interrelaciones entre organismos y su ambiente. El concepto se desplegó rápidamente durante la primera mitad del siglo 20, haciéndose importante en los cursos universitarios. Los estudios de ecología botánica avanzaron más que los de animales, pero juntó a zoólogos y botánicos. El énfasis se dividió entre observaciones de campo (“ecologistas con botas fangosas”) y los analistas de sistemas, de modelos y simulación por computadoras de procesos ecológicos (“los ecologistas teóricos”). Ecología a veces se divide en varias subdivisiones: ecología de población, evolutiva, comunitaria, psicológica, de comportamiento. 

     La palabra se ha aplicado a lo que el usuario considera deseable. En periodismo designan a menudo como ecólogos a quienes están más obsesionados con los efectos dañinos del hombre, reales o imaginarios, sobre el planeta. De ahí la afirmación de que “la ecología es el estudio de plantas y animales en relación con su ambiente y sus interrelaciones. Pero también es más que eso: es la principal disciplina intelectual y la herramienta que nos habilita la esperanza de que la evolución humana puede ser mutada, cambiada hacia un nuevo curso, de manera tal que el hombre pueda cesar de romperle la crisma al ambiente del cual depende su propio futuro”. En todo caso, los ecólogos buscan siempre un nuevo término para describir sus actividades.

     Se llama ecología humana a la extensión de ecología zoológica y botánica para incluir al hombre. Por cada disciplina de las ciencias sociales, el carácter distintivo de los estudios ecológicos es el intento por conectar la estructura y organización de la comunidad humana para interactuar con su localizado ambiente.

     En ecología, ambiente es la suma total de factores biológicos, químicos y físicos en alguna área circunscrita, generalmente asociada con algún organismo vivo particular. Esencialmente un ambiente sólo existe porque está habitado por este organismo, aunque dentro de ese campo (de una vaca por ejemplo) existen criaturas que llegan hasta los parásitos en las bostas, lo cual indica que comprime ambientes solapados. Ambiente también se usa en el sentido de habitat o ecosistema.

     (En arquitectura, teatro y las artes visuales, el término ambiente se comenzó a usar a finales de los 1950s, combinando tres conceptos principales: (a) la noción de la toda-envolvente obra de arte tridimensional que desarrolló Allan Kaprow en 1958 y que figuró en la exhibición “Dilaby” -laberinto dinámico, Amterdam, 1962- de Rauschenberg, Jean Tinguely y otros, con el “Merzbau” de Schwitters de los 1920s como precursor; (b) el Happening, que se desarrolló del trabajo de Kaprow y Claes Oldenburg en esa dirección; (c) el uso de tales obras y eventos, junto a más ortodoxos y menos autónomos aspectos del arte visual, para conformar, incentivar, avivar y mejorar nuestros alrededores. De ahí tales nociones como “arte ambientalista”, “diseño ambientalista”, control ambiental, polución del ambiente, y finalmente en 1970 la creación en Inglaterra de un Ministerio del Ambiente para planificación urbana y conservación.)

     Habitat es el término utilizado en geografía para denotar el ambiente natural de una planta o un animal. Puede ser expresado como una de la regiones naturales principales que son reconocidas en el tema, como los bosques lluviosos o las tierras de pastoreo, o como una de sus subdivisiones.

     Se llama ecosistema al sistema formado por la interacción de todos los organismos vivientes, plantas, animales, bacteria, etc., con los factores físicos y químicos de sus ambientes. La variedad de significados anexados a la palabra por diferentes ecólogos (algunos de los cuales dudan de su utilidad como término preciso con una rígida definición) reflejan la variedad de límites sonsacados de “el ambiente”. De tal manera, los “bosquistas” hablan de “ecosistema de bosques” significando toda área cubierta de árboles, mientras que un entomólogo trabajando en la misma madera restringirá el término a un tronco caído con su fauna de insectos y a los hongos viviendo en material muerto; tales usos restringidos tienen el valor práctico de ayudar a los científicos a definir su problema. Sin embargo, debido a que se piensa que un ecosistema ocurre dentro de un área auto-contenida y restringida, y debido a que un completo aislamiento de la mayoría de las áreas es imposible, se puede argumentar que la Tierra misma es el único ecosistema real. 

     Se llama control ambiental a la regulación de la temperatura del aire, humedad, tipo de movimiento, y contenidos de partículas dentro de una edificación por medios mecánicos, junto con el uso de otra iluminación artificial. Ha habido una creciente confianza en estos servicios mecánicos a medida que han crecido los planes de edificación, especialmente en las condiciones más profundas y externas en ciudades menos y menos tolerables. Servicios más que estructuras tienen como resultado el hacerse uno de los elementos dominantes en el control de diseño arquitectónico.

     Estudios ambientales es el término utilizado para cubrir casi todas las actividades de colegios y universidades que persiguen hacer más conscientes a los alumnos de, y críticos de, las condiciones del mundo en que viven, y de las interrelaciones entre el hombre, su cultura y todo lo que los rodea, vivo o no vivo. Incluyen a diferentes niveles historia natural, ecología, polución, metereología, arquitectura y mucho de lo que es normalmente incluido en geografía. La educación ambiental busca darle a estos tópicos más coherencia. 

     Ambientalismo es el término geográfico para la doctrina filosófica que acentúa la influencia de las actividades del hombre sobre el ambiente. (Aquí ambiente es generalmente definido en términos de factores físicos, como las condiciones climáticas.) En su forma más extrema se califica de “determinismo ambiental” o “determinismo geográfico”. La doctrina fue enunciada por Hipócrates en el siglo 5 antes de Cristo y alcanzó su cumbre a mitades del siglo 19. Los trabajadores modernos tienden a reconocer la importancia del ambiente natural pero la ven operando a través de una compleja red de canales psicológicos, sociales y económicos que pueden empañar o acentuar diferentes propiedades del ambiente para diferentes grupos, o para diferentes grupos en diferentes puntos del tiempo.

miércoles, 27 de abril de 2016

ADMINISTRACION DE CRISIS, ANALISIS DE PASO CRITICO, MODELOS Y CIBERNÉTICA




APUNTES SOBRE ADMINISTRACION DE CRISIS,
ANALISIS DE PASO CRITICO, MODELOS Y CIBERNÉTICA

-Alberto Rodríguez Barrera-



Administración de crisis es una frase acuñada después de la crisis de misiles en Cuba (noviembre, 1962) por Robert McNamara, Secretario de Defensa estadounidense, quien dijo: “No hay tal cosa como estrategia, sólo administración de crisis”. El término implica una visión algo mecanicista de las relaciones entre estados como sistema que requiere ser administrado por sus miembros principales de manera tal que las crisis en sus relaciones conjuntas puedan ser prevenidas y se evite la continuidad de un curso que sólo puede llevar a la destrucción mutua.

El régimen comunista cubano fue establecido por Fidel Castro después de “tumbar” el gobierno represivo de otro dictador, el general Fulgencio Batista, el 1 de enero de 1959, y la crisis de misiles de 1962 obligó –bajo el liderazgo de John F. Kennedy- a que la Unión Soviética desmantelara la estación de cohetes que estaba construyendo en Cuba. Se cree que esta fracasada aventura fue un factor decisivo en la caída del líder soviético Nikita Kruschev.

Análisis del paso crítico es una técnica de análisis de redes cuya principal aplicación es proveer una eficiente programación de las diferentes fases de alguna tarea complicada. Supóngase, por ejemplo, que una casa ha de ser construida por métodos convencionales (no empezando por el techo). Ciertas fases –construir los fundamentos, edificar paredes, ajustar maderas de techo, enlozado- tienen una secuencia natural, y la próxima no puede ser comenzada hasta que la última esté completa. Otras fases –insertar tubería, cableaje- cuadran dentro de este esquema más flexiblemente, aunque no con completa libertad. Generalmente no es difícil descifrar el tiempo que se tomará cada fase, qué fase debe preceder, y cuál seguir. 

El análisis de paso crítico proporciona entonces una técnica de programación de fases de manera tal que se complete el trabajo lo más rápido posible. Cuando esta programación está hecha se descubre que algunas fases tienen la propiedad de que algún pequeño retraso en ellas causará cambios en la programación como un todo; son estas las fases que forman el paso crítico. Algunas fases tienen cierta cantidad de poca tensión, y es posible que se pase más tiempo en ellas, ante lo cual generalmente se utiliza una fuerza de trabajo menor, para no demorar la terminación de todo el trabajo.



El análisis de redes, en investigación operativa, usa un modelo diseñado para representar un sistema como concatenación de puntos conectados conjuntamente para retratar una especie de relación especial entre ellos. Un modelo es la representación de otra cosa, diseñado para un propósito especial. Esta representación puede adquirir muchas formas, dependiendo en el uso de que se trate. Un propósito familiar es recordarnos a nosotros mismos algo de lo cual ya sabemos; todos representan un original. Pero el propósito puede ser descubrimiento o explicación, utilizado para experimentar cómo se comportará, como modelo teórico.



Todos los modelos tienen una característica en común, sin importar su propósito. Esta característica es el “mapear” de elementos en el sistema modelado dentro del modelo. Los pasos para construir un modelo teórico son los siguientes: (1) las variables a ser utilizadas al caracterizar y entender el proceso deben ser especificadas. (2) Las formas de las relaciones que conectan estas variables deben ser especificadas. (3) La ignorancia y la necesidad de simplicidad asegurarán que todas las relaciones –diferente a entidades- están sujetas a error y así –para propósitos de eficiente estimación estadística- estos errores de términos deben ser especificados. (4) Los parámetros del modelo deben ser estimados y la extensión de su identificación debe ser cerciorada; si esto es inadecuado, el modelo debe ser reformulado. (5) Finalmente, el modelo debe ser mantenido al día y utilizado, para que puede formarse una impresión de su robustez y confiabilidad.



Los modelos teóricos son de muchos tipos: estáticos o dinámicos; parciales o completos; agregados o desagregados; descriptivos u optimizados. En física, los modelos bien establecidos se constituyen en leyes de física y su uso para la predicción y el diseño pasan a formar parte de la ingeniería. En economía, son generalmente estáticos, parciales, descriptivos, variantes. Los modelos sociales (como los económicos) tienden a ser matemáticamente más ingenuos y carecen de verificación experimental. 



En las menos exactas ciencias sociales, el término “modelo” es a menudo usado como resultante del paso teórico (1), o en la mayoría de los pasos (2), como arriba enumerados, y estos resultados pueden no estar expresados en forma matemática. En sociología, especialmente, “modelo” puede ser casi intercambiable por tipo ideal. En estudios interdisciplinarios (investigación operacional o cibernética) los procesos que son bien entendidos en un contexto científico pueden ser utilizados para investigar las propiedades de algún otro sistema. No es analogía, es algo más potente, ya que los mapas son transformaciones matemáticas. 



El uso de las computadoras ha incrementado la complejidad de los modelos que pueden manejarse, pero la complejidad no garantiza la validez. La experiencia demuestra que las reglas simples y aparentemente razonables tienen a menudo remotas consecuencias que son extravagantes y que la “correctiva a medio camino” (feedback) es necesaria para producir un resultado aceptable. Desafortunadamente, el feedback de este tipo es difícil de incorporar a un modelo.



La cibernética es un tema que viene de 1942 y fue nombrada en 1947 por el matemático Norbert Wiener y el físico Arturo Rosenbleugh. Entonces fue definida como “la ciencia de control y comunicación en el animal y en la máquina”. Esta definición indicaba (1) que un estado de descontrol depende de un flujo de información, y (2) que las leyes que gobiernan el control son universales (no dependen de la clásica dicotomía entre sistemas orgánicos e inorgánicos). 

El nombre cibernético deriva de la palabra griega significando “piloto” (o timonel), y fue escogida para demostrar que el control adaptativo es más como un piloto que una dictadura. Hoy se prefiere una más general definición de cibernética: la ciencia de organización efectiva.

Siendo un tema interdisciplinario, la cibernética fue vista por sus fundadores más como transdisciplinaria. Esta percepción fue seguida por los trabajadores originales estadounidenses y cibernéticos del Reino Unido, quienes veían en esta ciencia nociones de unificación organizacional en cada campo, que especificaban principios bastante generales. Más adelante, en varios países, notablemente en Francia, se descubrió la importancia del feedback y el papel de la entropía* enfocó el tema en aspectos de ingeniería, a expensas de su biología, y así sucesivamente. En la URSS, la cibernética fue tratada oficialmente como “un dispositivo imperialista” hasta mediados de los 1950, cuando admitieron oficialmente la existencia de la ciencia.

Persisten desacuerdos sobre su generalidad, especialmente en cuanto a la Teoría General de Sistemas, que tiene objetivos idénticos con los expresados por los fundadores de la cibernética. Por lo menos en sus orígenes, expresaban las mismas intenciones. Gracias a las fuerzas académicas que siempre buscarán clasificar de manera reduccionista, se ha escuchado hablar de ingeniería cibernética, neurocibernética (que trata especialmente con el cerebro), biocibernética (también llamada biónica), cibernética de computadora, cibernética administrativa, y demás. Una clara percepción de cibernética debe aceptar estas distinciones por áreas de aplicación, en aras de la unidad de la transdisciplinaria cibernética misma. 

*Entropía: (1) en termodinámica es una cantidad que forma (junto a energía, temperatura, presión, etc.) parte de la explicación del estado termal de un sistema. La entropía puede ser calculada del calor que debe ser agregado a un sistema para traerlo vía varios estados intermedios al estado en consideración. La entropía de cualquier estado cerrado no decrece. En estadística mecánica, entropía es interpretada como una medida de desorden entre átomos que constituyen el sistema, ya que un estado ordenado inicialmente es virtualmente seguro que vaya al azar al pasar el tiempo. (2) En cibernética, entropía es generalizada para medir la tendencia de cualquier sistema cerrado para moverse de un menor a un más probable estado, usando la misma matemática que en la definición (1). Sin embargo, si el sistema está abierto a la información, entonces esta tendencia puede ser arrestada. Esto es porque, matemáticamente hablando, la información puede ser definida precisamente como entropía negativa.

miércoles, 6 de abril de 2016

POPULISMO, NACIONALISMO Y NACIONALIZACION

APUNTES SOBRE POPULISMO,

NACIONALISMO Y NACIONALIZACION

-Alberto Rodríguez Barrera-

   Se considera populismo la promoción con fines políticos –independientemente de partidos e instituciones existentes- apelando al pueblo para ejercitar presión directa sobre los gobiernos. Populismo identifica la voluntad del pueblo con moralidad y justicia, pone esta “voluntad” sobre todos los otros stándards y mecanismos, e insiste en una relación directa entre pueblo y gobierno. Está generalmente acompañado por la simple creencia en las virtudes del pueblo, que se contrastan con el carácter corrupto de la clase gobernante degenerada o de cualquier otro grupo resentido debido a su dominante posición política o económica o status social. El populismo tiende a ver conspiración y manipulación por parte de tales grupos como dirigidos contra “el pueblo”, tendencia que puede ser poderosamente reforzada por hostilidad racial o étnica.

     El populismo se originó entre la inteligentsia radical rusa durante los 1860 con los Narodniks (populistas) que creían que Rusia podía evitar pasar por la etapa del capitalismo y podrían establecer el socialismo directamente, sobre la base de comunas campesinas existentes. En los 1870 los estudiantes narodniks fueron al campo (“al pueblo”) para propagar la revolución. En los 1880 el Partido de la Tierra y la Libertad que luego se dividió en las organizaciones Voluntad del Pueblo (Narodnava Volva) y Distribución Negra. Este último evolucionó hacia el movimiento socialdemócrata.

     El populismo revolucionario ruso estaba basado en las ideas de Tkachev y Bakunin, el populismo liberal de Herzen y Lavrov. Al principio “populismo” se refería a la creencia de que la revolución debía ser el trabajo del pueblo (que en ruso quería decir entonces campesinos) y no sólo la minoría revolucionaria militante. Hacia finales del siglo 19, los marxistas rusos comenzaron a  designar como “populista” a toda acción revolucionaria por parte de todos los rivales revolucionarios no marxistas, y así entró en uso aceptado.

     Las ideas políticas, sociales y económicas consideradas como populistas también han variado de lugar a lugar. En EE UU el adjetivo fue aplicado primero al Partido Populista, que se formó en 1891 para defender los intereses de agricultura, y abogaba por el libre acuñamiento de monedas de plata y el control gubernamental de los monopolios. La tradición del temprano populismo americano pasó al Partido Progresivo, manifestándose posteriormente en el Nuevo Trato, en el Partido Socialista y grupos similares. En la derecha estadounidense, el populismo se vio en 1945 con el senador Joseph McCarthy y el gobernador George Wallace. La insurgencia de la Nueva Izquierda fue exaltada como “un triunfo global del populismo”.

     El populismo puede ser detectado en los movimientos campesinos de Europa Oriental antes de 1939, en el fascismo y el nazismo, y en los “movimientos de liberación “ del Tercer Mundo después de 1945. Puede ser rural o urbano, campesino o clase media; puede ser dirigido por la inteligentsia o por elementos frustrados de la pequeña burguesía; puede tener conciencia de clase o nacionalista, o ambos; y puede ser de derecha o de izquierda. Pero a pesar de la vaguedad y su significado político específico, ha retenido su valor heurístico como concepto, debido a reconocibles e importantes peculiaridades.

      Podemos encontrar dos vertientes en el nacionalismo. (1) El sentimiento de pertenecer a un grupo unido por nexos raciales, lingüísticos e históricos, generalmente identificados con un territorio particular. (2) La correspondiente ideología que exalta la nación estado como la forma ideal de organización política con un sobrecogedor reclamo de la lealtad de sus ciudadanos.

    Al desarrollarse primero en Europa Occidental con la consolidación de las naciones estados, el nacionalismo produjo la reorganización de Europa en los siglos 19 y 20 (unificación de Alemania e Italia; rompimiento de Habsburgo y los imperios otomanos) y ha sido la fuerza primaria en el despertar político de Asia y Africa.

     El nacionalismo ha sido una poderosa fuente de inspiración en muchas artes y en el desarrollo de estudios históricos y de lenguaje. Esto ha sido tan cierto en las “nuevas naciones” de Africa y Asia como lo fue en la Europa del siglo 19 donde el nacionalismo formó una de los dinámicos elementos en el Romanticismo. En la primera mitad del siglo 19 el nacionalismo se asoció con Democracia, Liberalismo y la demanda de libertades civiles y constitucionales; su profeta mayor, Mazzini (1805-72), le dio una generosa interpretación al “principio de la nacionalidad”, viendo a las naciones individuales como una sociedad mundial más grande donde deberían vivir juntas en paz.

     A finales del siglo 19, sin embargo, el nacionalismo asumió agresivas e intolerantes formas identificadas con rivalidades militares y comerciales, expansión nacional a expensas de otros pueblos, e Imperialismo. En el siglo 20 fue un elemento esencial del fascismo y otros movimientos totalitarios, así como una fuerza movilizadora en la rebelión de los pueblos coloniales y en la resistencia de naciones y minorías nacionales amenazadas con la subyugación por parte de estados más poderosos.

     A pesar de los reclamos de guerra de clases por una parte y el internacionalismo por la otra, el nacionalismo como emoción de masas ha sido la fuerza política más poderosa en la historia del mundo moderno.

      Nacionalización es la adquisición por el Estado de propiedad previamente poseída por personas individuales o compañías. Tal nacionalización puedes ser por expropiación, cuando no se paga compensación; o por pago de compensación en forma de dinero o bonos.  El propósito de la nacionalización es a veces explícitamente político, para adelantar los propósitos del comunismo o para “adquirir las alturas de mando de la economía”.

     A veces, sin embargo, el fin puede ser más directamente económico, para facilitar la imposición de ciertos aspectos de la política gubernamental. Desde la Segunda Guerra Mundial, en Europa Occidental la mayoría de los países nacionalizaron los ferrocarriles,  los sistemas de energía eléctrica, e industrias mineras.

     (Hay humoristas que  consideran nacionalización del ego al narcisismo: teoría psicoanalítica que implica extremo amor a sí mismo. El narcisismo primario es característica de etapas pre-genitales de desarrollo psicosexual, y narcisismo secundario se refiere a los sentimientos de orgullo experimentados cuando el ego se identifica con los ideales del superego.)

    

AMÉRICA

APUNTES  SOBRE  AMÉRICA


-Alberto Rodríguez Barrera-

     Se afirma que América se bautizó con ese nombre en 1507. Como Cristóbal Colón es el más afamado entre aquellos que se asegura han descubierto el Nuevo Mundo, hubiera sido lógico que la tierra se llamara Colombiana. En cambio, por el error de un cartógrafo y porque Colón negó creer que había encontrado un continente desconocido, la tierra se llamó América. Hasta el día de su muerte, en 1506, Colón persistió con la idea de que había atracado en una zona inexplorada del este de Asia.

     Mientras tanto, Américo Vespucio –que más tarde tomó el nombre latino de Americus Vespucius-, comerciante y astrónomo florentino que se convirtió en aventurero y navegante, hizo 4 viajes al hemisferio oriental. El primero, una expedición privada española en 1497, los otros en 1499, 1500 y 1503; todos eran a la tierra conocida como Sudamérica. Fue el primero en darse cuenta de que era una tierra desconocida por los europeos y sugirió llamarla Mundus Novus, Nuevo Mundo.

     Vespucio nunca propuso llamarla con su nombre. Esto provino de una cadena de circunstancias insólitas. Mientras estuvo afuera, él escribió numerosas cartas a sus amigos contándoles lo que veía. Aparentemente un autor ignorante leyó algo de ellas, las transcribió y las publicó con el nombre de Cuatro Viajes, atribuyéndoselas a Vespucio. Pero se comprobó rápidamente que eran falsas. Con todo, dos estudiantes, durante el siglo XVIII, localizaron en Florencia dos cartas auténticas, una para su patrón, el notable italiano Lorenzo de Médici, y la otra para un viejo condiscípulo, Pedro Sodorini.

     A pesar de todo, fue una de las cartas falsificadas la que inspiró el nombre de Nuevo Mundo. Esta había sido publicada por la Academia de Vosges en Lorraine durante el mes de abril de 1507. La leyó un joven cartógrafo alemán, profesor Martín Waldseemüller, que estaba preparando en la academia con cuatro estudiantes una versión de la Geografía de Ptolomeo. Waldseemüller la incluyó en su libro, Cossmographias introductio, agregando lo siguiente:

     “Pero ahora, después que estas zonas han sido extensamente exploradas, una cuarta ha sido descubierta por Americus Vespucius (como se deduce de lo que sigue), y no encuentro razón en no llamarla Amérigo por Americus, su descubridor, o por lo menos América, basándonos en Europa y Asia que tienen nombres con formas femeninas.”

     El mapa del Nuevo Mundo fue publicado por separado y en el lugar donde está Brasil escribieron valientemente “América”.

     En los últimos escritos y mapas, Waldseemüller suprimió el nombre y usó el de Tierra Desconocida porque, enterado de la participación de Colón, había decidido darle crédito. Pero para ese entonces su libro había sido varias veces editado y se había popularizado su primitiva sugerencia de que la tierra debía ser llamada Amérigo o Americus. Además, Mercator la había hecho oficial llamando así al hemisferio oriental completo.

     Vespucio había muerto en Sevilla en 1512 a la edad de 61 años, ignorando su inmortalidad accidental. A pesar de todo, en los años posteriores fue acusado de fraude y de usurpador del mérito de Colón. En efecto, el ensayista Ralph Waldo Emerson escribió: “Es extraño que la inmensa América tenga que llevar el nombre de un ladrón! Amerigo Vespucci, el bandido comerciante de Sevilla, quien salió en 1499 como subalterno y cuyo mayor rango naval fue el de segundo de un contramaestre en una expedición que nunca se hizo a la vela, se las ingenió en este mundo mentiroso para suplantar a Colón y bautizar la mitad del mundo con su nombre deshonesto”.

     Pero Vespucio, que había participado realmente en la expedición de 1499, no hizo realmente lo que se le imputa; por el contrario, no tuvo más que elogios y amistad hacia Colón, quien lo consideraba un hombre muy digno.

     Aquí está lo que Vespucio vio del Nuevo Mundo, como lo escribió en una carta auténtica a Lorenzo de Médici en 1502:

     “Navegamos con un viento a un medio punto del sudeste del Cabo Verde, tal que en 64 días llegamos a una nueva tierra que, por muchas razones que están enumeradas en el párrafo siguiente, vimos que era un continente."

     “Encontramos toda la zona habitada por gente enteramente desnuda… Por 27 días dormí y comí con ellos, y lo que aprendí sobre ellos aquí lo escribo: Viven de acuerdo a la naturaleza, sin leyes ni fe religiosa. No comprenden la inmortalidad del alma. No existe la propiedad privada, todo es compartido. No dividen sus tierras en reinos o provincias. No tienen rey y por lo tanto no obedecen a nadie. Cada uno es su propio dueño. No se administra justicia, que es innecesaria para ellos, porque en su código nadie gobierna. Viven en viviendas comunales, construidas a la manera de cabañas. Duermen sin mantas en redes tejidas de algodón y suspendidas en el aire. Comen en cuclillas sobre el piso. Su comida es muy buena; una interminable cantidad de pescado, abundancia de cerezas amargas, camarones, ostras, langostas, cangrejos y muchos otros productos del mar. La carne que comen la llamo carne humana ‘a la mode’. Pero también comen otra carne cuando pueden obtenerla… el país es una espesa jungla llena de bestias salvajes y feroces."

     “Sus casamientos no son con una sola mujer, sino que se acoplan con las que desean y sin ceremonia. Conozco un hombre que tiene diez mujeres."


     “Hay también guerreros… usan arcos y flechas, dardos y piedras. No usan el escudo para protegerse el cuerpo y van a luchar desnudos… Lo que me sorprende más de sus guerras y crueldad es por qué se pelean entre ellos, considerando que no tienen propiedad privada o soberana de imperio y reinos, y no conocen nada semejante a la codicia de la posesión o, lo que es lo mismo, el pillaje o el deseo de gobernar, que parecen ser las causas de guerras y de todo acto de discordia.”