miércoles, 6 de abril de 2016

AMÉRICA

APUNTES  SOBRE  AMÉRICA


-Alberto Rodríguez Barrera-

     Se afirma que América se bautizó con ese nombre en 1507. Como Cristóbal Colón es el más afamado entre aquellos que se asegura han descubierto el Nuevo Mundo, hubiera sido lógico que la tierra se llamara Colombiana. En cambio, por el error de un cartógrafo y porque Colón negó creer que había encontrado un continente desconocido, la tierra se llamó América. Hasta el día de su muerte, en 1506, Colón persistió con la idea de que había atracado en una zona inexplorada del este de Asia.

     Mientras tanto, Américo Vespucio –que más tarde tomó el nombre latino de Americus Vespucius-, comerciante y astrónomo florentino que se convirtió en aventurero y navegante, hizo 4 viajes al hemisferio oriental. El primero, una expedición privada española en 1497, los otros en 1499, 1500 y 1503; todos eran a la tierra conocida como Sudamérica. Fue el primero en darse cuenta de que era una tierra desconocida por los europeos y sugirió llamarla Mundus Novus, Nuevo Mundo.

     Vespucio nunca propuso llamarla con su nombre. Esto provino de una cadena de circunstancias insólitas. Mientras estuvo afuera, él escribió numerosas cartas a sus amigos contándoles lo que veía. Aparentemente un autor ignorante leyó algo de ellas, las transcribió y las publicó con el nombre de Cuatro Viajes, atribuyéndoselas a Vespucio. Pero se comprobó rápidamente que eran falsas. Con todo, dos estudiantes, durante el siglo XVIII, localizaron en Florencia dos cartas auténticas, una para su patrón, el notable italiano Lorenzo de Médici, y la otra para un viejo condiscípulo, Pedro Sodorini.

     A pesar de todo, fue una de las cartas falsificadas la que inspiró el nombre de Nuevo Mundo. Esta había sido publicada por la Academia de Vosges en Lorraine durante el mes de abril de 1507. La leyó un joven cartógrafo alemán, profesor Martín Waldseemüller, que estaba preparando en la academia con cuatro estudiantes una versión de la Geografía de Ptolomeo. Waldseemüller la incluyó en su libro, Cossmographias introductio, agregando lo siguiente:

     “Pero ahora, después que estas zonas han sido extensamente exploradas, una cuarta ha sido descubierta por Americus Vespucius (como se deduce de lo que sigue), y no encuentro razón en no llamarla Amérigo por Americus, su descubridor, o por lo menos América, basándonos en Europa y Asia que tienen nombres con formas femeninas.”

     El mapa del Nuevo Mundo fue publicado por separado y en el lugar donde está Brasil escribieron valientemente “América”.

     En los últimos escritos y mapas, Waldseemüller suprimió el nombre y usó el de Tierra Desconocida porque, enterado de la participación de Colón, había decidido darle crédito. Pero para ese entonces su libro había sido varias veces editado y se había popularizado su primitiva sugerencia de que la tierra debía ser llamada Amérigo o Americus. Además, Mercator la había hecho oficial llamando así al hemisferio oriental completo.

     Vespucio había muerto en Sevilla en 1512 a la edad de 61 años, ignorando su inmortalidad accidental. A pesar de todo, en los años posteriores fue acusado de fraude y de usurpador del mérito de Colón. En efecto, el ensayista Ralph Waldo Emerson escribió: “Es extraño que la inmensa América tenga que llevar el nombre de un ladrón! Amerigo Vespucci, el bandido comerciante de Sevilla, quien salió en 1499 como subalterno y cuyo mayor rango naval fue el de segundo de un contramaestre en una expedición que nunca se hizo a la vela, se las ingenió en este mundo mentiroso para suplantar a Colón y bautizar la mitad del mundo con su nombre deshonesto”.

     Pero Vespucio, que había participado realmente en la expedición de 1499, no hizo realmente lo que se le imputa; por el contrario, no tuvo más que elogios y amistad hacia Colón, quien lo consideraba un hombre muy digno.

     Aquí está lo que Vespucio vio del Nuevo Mundo, como lo escribió en una carta auténtica a Lorenzo de Médici en 1502:

     “Navegamos con un viento a un medio punto del sudeste del Cabo Verde, tal que en 64 días llegamos a una nueva tierra que, por muchas razones que están enumeradas en el párrafo siguiente, vimos que era un continente."

     “Encontramos toda la zona habitada por gente enteramente desnuda… Por 27 días dormí y comí con ellos, y lo que aprendí sobre ellos aquí lo escribo: Viven de acuerdo a la naturaleza, sin leyes ni fe religiosa. No comprenden la inmortalidad del alma. No existe la propiedad privada, todo es compartido. No dividen sus tierras en reinos o provincias. No tienen rey y por lo tanto no obedecen a nadie. Cada uno es su propio dueño. No se administra justicia, que es innecesaria para ellos, porque en su código nadie gobierna. Viven en viviendas comunales, construidas a la manera de cabañas. Duermen sin mantas en redes tejidas de algodón y suspendidas en el aire. Comen en cuclillas sobre el piso. Su comida es muy buena; una interminable cantidad de pescado, abundancia de cerezas amargas, camarones, ostras, langostas, cangrejos y muchos otros productos del mar. La carne que comen la llamo carne humana ‘a la mode’. Pero también comen otra carne cuando pueden obtenerla… el país es una espesa jungla llena de bestias salvajes y feroces."

     “Sus casamientos no son con una sola mujer, sino que se acoplan con las que desean y sin ceremonia. Conozco un hombre que tiene diez mujeres."


     “Hay también guerreros… usan arcos y flechas, dardos y piedras. No usan el escudo para protegerse el cuerpo y van a luchar desnudos… Lo que me sorprende más de sus guerras y crueldad es por qué se pelean entre ellos, considerando que no tienen propiedad privada o soberana de imperio y reinos, y no conocen nada semejante a la codicia de la posesión o, lo que es lo mismo, el pillaje o el deseo de gobernar, que parecen ser las causas de guerras y de todo acto de discordia.”

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